sábado, 1 de agosto de 2015

Dia 1- Urdos- Estación de Canfranc. 22 kilómetros de primera categoría.

¡Que etapa tan hermosa!. Una de las más bonitas que he recorrido en el Camino. Muy variada, con un tiempo muy adecuado para caminar y por un terreno montañoso muy agradable y salvaje. Solo he tenido carretera al principio y al final y el resto de la etapa ha sido por senderos de montaña hermosísimos, con unos paisajes impresionantes.
Una gozada.
Me he levantado a las siete, pues a las ocho he quedado con el taxista que me va allevar hasta Urdos, el primer pueblo del lado francés de los pirineos, que es desde donde voy a empezar este año la peregrinación.
Camino a Somport
Inicialmente pensé en dormir ya en Urdos, pero dadas las horas a las que llegaba ayer el autobús, preferí cuando preparé el viaje dormir en Jaca y bajar temprano en taxi hasta Francia.
Alfredo, eltaxista, llega puntual con una furgoneta familiar nueva y cómoda. Tardamos una media hora en recorrer los aproximadamente cuarenta kilómetros que separan Jaca de Urdós. El día está muy cubierto y se ven muchas nubes en las cimas de las montañas. No parecen nubes de lluvia, sino el final del frente que ayer cruzó la península y que ya se va retirando. El taxista me cuenta que el día de ayer fue terrible, con unas tormentas de agua y granizo impresionantes y con muchísimos rayos. Gracias a Dios, hoy eso ya ha pasado y el día va a ser perfecto: cubierto por la mañana , lo que es muy agradable para caminar y soleado por la tarde, lo que es muy agradable para pasear o descansar en una terraza como estoy haciendo ahora.
Cruzamos el túnel de Somport, que evita tener que subir todo el puerto. Tiene nueve kilómetros y el taxista me cuenta que ayer llevó a unos de Timor Occidental, que están participando en el Festival Folclórico de Jaca, y que fueron grabando con el móvil todo el túnel, pues no se creían que pudiese haber túneles tan largos. La carretera en ellado españoles muy buena, pero al cruzar el túnel y entrar en Francia, empeora notablemente. Los franceses no tienen mucho interés en esta ruta y apenas la mantienen. Incluso ahora que se habla de volver a abrir la ruta de ferrocarril entre España y Francia por canfranc, son bastante reacios, no entiendo muy bien porque. Pero bueno, son gabachos y por ta se ofrece a tonto no hay qwquien les entienda. Solo temen que el cielo se desplome sobre sus cabezas…
Camino a Somport
Urdos es un pueblo muy pequeñito con solo dos líneas de casas a lo largo de la carretera. Está situado en el arranque del puerto y es el lugar ideal para atacar Somport. Alfredo me deja en la parada del autobús y me preparo a comenzar a caminar. En ese momento llega un peregrino de unos sesenta años que me pregunta en francés si voy a empezar ahora. Cuando le digo que si se ofrece a tomarme una foto. Le agradezco la foto y le digo que si quiere un café en un bar cercano, pues yo aún no he desayunado y quiero tomar algo. Acepta y nos  dirijimos a un bar cercano. Ahora hablamos en inglés, qiue dominamos los dos mejor que el francés. El Holandés se llama Jack y lleva ya diez días de Camino por Francia. Piensa llegar este año hasta Pamplona. Ya ha hecho varios Caminos, como yo y es otro enganchado. Le digo que tengo un hijo viviendo en Eindhoven. Tarda un rato en comprender el nombre de la ciudad y de repente se le enciende una luz y me dice : ¡ah, he lives in “aind-joven”!. Es obvio que mi pronunciación holandesa es fatal.
Urdos
Nos tomamos el café y nos separamos. Ël quiere seguir por la carretera hasta la entrada del túnel y yo quiero ir por la ruta normal, por el campo. Ël sale un poco antes y yo me quedo terminando el café y poniendo el primer sello en mi credencial.
Al salir del bar localizo rápidamente el desvio hacia el Camino, pero me llevo una sorpresa. Hay un letrero que dice que a causa de derrumbamientos el camino se desvía temporalmente por la carretera. Nada impide seguir por el sendero, pro no quiero arriesgarme, así que enfilo la carretera hacia arriba, que parece la opción más segura.
Los primeros kilómetros de carretera son cómodos. La pista es ancha y tiene un arcén por elque se circula bien y sin excesivo peligro. Hay mucho tráfico en dirección a España,  muchos marroquíes que se dirigen a su país; pero apenas baja ningún coche hacia Francia.
El paisaje es espectacular. La carretera va subiendo encajonada entre altas montañas. En esta parte de los Pirineos las montañas son más agrestes y empinadas que en la parte de Roncesvalles. Allí son más redondeadas y aquí tienen picos muy puntiagudos, acantilados enormes y laderas de muy fuertes pendientes. El Camino sube encajonado entre dos montañas enormes por cuya vaguada corre rápido un riachuelo.
Sigo subiendo y como a un kilómetro de Urdos, que ya queda muy abajo, hay un enorme Cristo crucificado, de unos tres metros de3 alto, plantado a un lado de la carretera. Aquí cuando dicen de poner una Cruz, no se cortan un pelo. Es muy bonito y la figura es digna del altar de una iglesia, pero aquí está , al pie del Camino para que los peregrinos le saludemos.
Cristo en la Carretera
 Un par de kilómetros más allá la carretera se estrecha mucho y pasa a ser muy peligrosa. Va encajonada entre un alto acantilado y una fuerte caída hacia el río, lo que apenas deja sitio, no ya para que pongan un arcén, sino para que pasen dos coches a la vez. Hay un punto donde el coche que sube tiene que pararse para dejar sitio al que baja. Cuando venía en el taxi en ese sitio nos hemos cruzado con un camión. Por supuesto el taxi ha parado y el camión apenas tenía sitio para pasar ocupando toda la carretera. Ahora, a pie, todos tienen preferencia sobre mi. Paso la zona, como de unos trescientos metros, con mucho cuidado y cruzando continuamente de lado, buscando siempre el que tenga más visibilidad en cada curva.






Tras esta zona la carretera se ensancha un poco de nuevo y sigue subiendo continuamente, sin pausa. En un momento dado, paso al lado de una casa que tiene una horrible valla de madera hecha con tablas de esquiar. Horrible y de un gusto más que dudoso.
Valla de esquies
Tras cinco kilómetros por esta ruta, nos acercamos a la boca del Tunel de Somport. Ha llegado el momento de dejar la carretera y comenzar a subir de verdad el monte por su ladera. En un punto bien señálizado sale un Camino a la izquierda que comienza a subir el monte con una inclinación muy fuerte.
Desvio de la Carretera
Los primeros metros son durísimos, pero pronto se suaviza algo y entonces puedo empezar a disfrutarlo. Es una maravilla. Un sendero estrecho sube por en medio de un tupido bosque. Las piedras y los árboles que enmarcan el camino están completamente cubiertos de musgo. Con las lluvias de ayer todo está húmedo y los verdes del bosque son resplandecientes. Parece un Camino de cuento de hadas. El suelo está cubierto de hojarasca y cada pocos cientos de metros cruzan el camino arroyuelos que bajan crecidos por las lluvias y que hay que salvar pasando de piedra en piedra.
Camino a Somport
Es un Camino muy salvaje, con pasos en ocasiones complicados y en el que de vez en cuando hay zonas que se han derrumbado hacia la ladera por las lluvias, estrechando así aún más el paso. El sendero sube así incansablemente por el monte con pendientes que a ratos son muy fuertes y que me hacen sudar de lo lindo. Es una subida muy dura, pero preciosa. Estamos en el parque nacional de los Pirineos, una zona protegida en la que hay reservas de osos, a los que espero no ver.
Camino a Somport
Tampoco he visto a ningún peregrino desde que salí de Urdós. El Camino aquí no está excesivamente señalizado, pero como sigue el mismo trazado que un camino rural francés, entre las señales de uno y otro, no hay mucha duda : siempre hacia arriba.
Camino a Somport
Tras cinco kilómetros por este cansado y agradecido sendero la altura empieza a notarse y los árboles empiezan a ser más escasos. El sendero va ahora por zonas de hierba en las que a menudo
Camino a Somport
desaparece, cubierto por esta, con lo que tienes que ir imaginando por donde avanzar. Se llega a una zona en la que enormes masas rocosas prácticamente tapan el camino , y no queda más remedio que subir chapoteando por un pequeño regato muy pedregoso que baja crecido por las lluvias de ayer.
Camino a Somport
Zona pedregosa
Finalmente el sendero se acerca a una carretera que se ve arriba y a la que accede por una fuerte pendiente. Estamos a apenas dos kilómetros de Somport y aquí en la carretera la señalización es aparentemente inexistente. Mientras subo veo que arriba hay gente: un ciclista que baja por la carretera y dos grupos de peregrinos, cada uno de los cuales toma una dirección distinta. Perfecto, a ver por donde es. Cuando llego a la carretera veo que en efecto la señalización no existe. Según mi guía perfecta (la que me hago yo) ahora tengo que bajar un poco por la carretera para subir  por el otro lado. Así que eso es lo que hago, y acierto. Un poco más abajo hay una diminuta señal del camino que y más adelante una flecha te indica que cruces la carretera y tomes un sendero que, como no, empieza a subir fuertemente.
LLegada a la carretera
Así que otra vez para arriba por unos prados donde apenas se adivina el sendero, y que me llevan hasta un bosquecillo precioso por el que corre un arroyo que baja estruiendoso desde la cima formando en determinados puntos preciosas cascadas. Otro tramo de bosque élfico que nos regala la etapa de hoy.
Camino a Somport
Camino a Somport
En este tramo veo que Jack, el holandés va un poco por delante de mí. No hago esfuerzos por alcanzarle, pues el sendero, aunque precioso, es muy duro y empinado, con zonas rocosas en las que hay que ir con mucho cuidado para evitar resbalones y torceduras. Así que, cada uno a su ritmo, alcanzamos de nuevo la carretera, ya muy cerca de la cima de Somport.
Jack, de Holanda
Alcanzando la carretera
Ahora hay que cruzarla y atravesar un enorme parking, al final del cual se adivina un sendero que sube hasta unas casas que se ven en lo alto. Es el final de la subida. Las casas qque se ven son ya el centro de nieves de Somport.
El parking con Somport al fondo
Pero hasta llegar a él la subida es de las más fuertes del día. Una senda de hierba con una fuerte pendiente que subo poco a poco, resoplando y teniendo que parar tes veces en apenas trescientos metros. Una tortura que acaba al llegar a la altura de las casas, donde ya se ve la antigua aduana que marca la frontera entre España y Francia y un letrero azul de la comunidad europea que indica la entrada en nuestro país.
Somport
Pues ya está coronado Somport. Han sido 13 kilómetros de durísima, pero preciosa subida desde los setecientos metros de Urdós hasta los mil seiscientos cuarenta a los que estoy ahora. Es una de las más bonitas subidas que he hecho nunca. Es la una, así que he tardado cuatro horas en hacer trece kilómetros, o sea que  el ritmo ha sido de unos tres kilómetr4os por hora, un ritmo bajísimno que da idea de la dificultad.
Somport
Nada más entrar en España hay tres monumentos que ver: una pequeña ermita descubierta que es apenas un cobertizo abierto para una Virgen del Pilar, que está en lo más alto del puerto;  un curioso monumento al peregrino de hierro, sencillo pero muy bonito; y el mejor y mas españlolm de todos: un bar al que me dirijo de inmediato.
Capilla de la virgen en Somport



Las vistas desde aquí arriba son preciosas. Se ven todos los picos cercanos y la bajada que ahora vamos a tener que hacer hacia Jaca. Cuando voy a entrar en el bar, veo que Jack ya est´´a dentro y me está saludando para que le acompañe. Así que entro en el bar, pido dos coca colas para mi solo y me siento en su mesa. Comentamos la dureza del Camino y lo bonito que ha sido el ascenso.  Estamos allí un rato hablando de todo un poco y cuando le traen una tortilla que ha pedido, pues piensa comer allí, yo continúo Camino.
Bajada hacia Jaca
A partir de ahora toca bajar. Se inicia el descenso por unas escaleritas que dan a un sendero estrecho y bastante empinado que está a tramos completamente destrozado por las lluvias. Hay sitios donde apenas hay paso y te tienes que tirar al monte para buscar un sitio donde continuar.
Bajada hacia Candanchú
En aproximadamente un kilómetro llego a las ruinas del Hospital de Santa Cristina.
Es un Hospital de peregrinos antiquísimo, del que solo queda el contorno, que han reconstruido bastante bien para que puedas tener una idea de como era. La planta es grande y pueden apreciarse muchas habitaciones y estancias que dan idea de la importancia que tuvo este Hospital en el medievo. Santa Cristina es citado por el Codex Calixtinus en 1.140 como uno de los tres grandes hospitales del Camino, así que tanto su antigüedad como suu importancia son enormes en la historia del Camino. Es facilk estando aquí imaginar la alegría y el alivio de los peregrinos medievales que, tras haber superado el peligroso puerto, que entonces no estaba tan acondicionado como ahora y no disponía de flechas amarillas para guiarte, llegaban a este punto y veían el magnífico edificio; seguramente el primero que veían desde Urdos, que les prometía reposo y refugio.
Hospital de Santa Cristina
Eso era en la edad media; ahora en cuanto dejas de mirar los restos del Hospital y miras hacia adelante, te encuentras con una multitud de edificios de apartamentos concentrados en una ladera de la montaña. Es la estación de esquí de Candanchu, que se encuentra a apenas trescientos metros de las ruinas del Hospital. Es una estación muy grande que ahora, en verano y sin nieve parece fuera de lugar. Parece un poblado fantasma. Tiene gracia ver los carteles que hay en todas las casas que dicen “No aparcar debajo de los tejados. Peligro de caída de nieve”.  Y es que este lugar hay que imaginarlo con nieve para que tenga sentido.
Candanchú






Candanchú se cruza por un lateral y se abandona por un sendero pegado a la carretera que va siguiendo el curso del rio Aragón. La bajada es bonita. Despejada y sin árboles, va cruzando prados verdes, teniendo siempre a la derecha el rio y un enorme monte que es donde están las pistas de la estación de esquí.
Bajada a Estación de Jaca
El tiempo ha mejorado mucho y ahora hace sol y hasta calor que se agradece en la bajada.
En un momento determinado, tras cruzar un bonito puente con parapetos de madera, veo un bunquer. Debe ser de tiempos de la guerra y su boca apunta hacia Francia.  Tras este punto el camino empieza a bajar más bruscamente por una senda estrecha que va atajando la carretera. La senda está muy bien acondicionada y en los tramos más empinados han construido escalones que facilitan la caminata.
Escaleras en la bajada
También la señalización es mejor y más abundante que la que había en Francia y abundan las flechas amarillas, de las que en Galolandia no he visto ni una.
Bajada a Estación de Jaca
Tres kilómetros de bajada me llevan hasta un curioso edificio semicilíndrico con una desproporcionada chimenea en medio. Es la Fundería del Anglasé, que es el único vestigio que queda de una antigua mina de hierro y cobre que estaba aquí situada.
Fundería del Anglasé
A la altura de la Fundería se cruza la carretera y se asciende un poco para entrar luego en otro de los maravillosos senderos boscosos que tienen esta etapa. No es muy largo, pero si muy bonito y termina, tras cruzar la carretera de nuevo, en una explanada donde no hay señal alguna  de por cual de los dos Caminos que salen de ella en direcciones opuestas hay que seguir. Uno es de tierra y lleva a un pequeño puente y el otro de asfalto y entra en un recinto que tiene un paso canadiense para evitar la entrada de ganado.
Bajada a Estación de Canfranc
Me decido por el de tierra y, apenas he dado veinte pasos, doy un mal paso, me tropiezo y , con el peso de la mochila me caigo al suelo. Afortunadamente no me hago nada, pero de inmediato me doy la vuelta y sigo por el Camino asfaltado. No puede ser casualidad que la única vez que me he tropezado en todo el día haya sido aquí, justo donde no se por donde seguir. Es una señal del Apostol. Se la agradezco, pero la próxima vez espero que me mande una señal más delicada que no arriesgue con romperme los huesos…
Así que sigo por el Camino asfaltado y acierto. Es una carreterilla  abandonada y sin tráfico que va casi paralela a la carretera principal y que en un par de cómodos kilómetros y tras pasar por un moderno hotel, desemboca en la carretera principal, ya apenas a dos kilómetros de Estación de Canfranc.
Camino un rato por el ancho arcén de la carretera hasta desviarme por un senderillo que lleva a un punto precioso. Es una cascada que se ve desde un puente que cruza el rio. Está a unos veinte metros del camino, pero merece la pena desviarse ese poco, pues La vista es muy bonita ya que el rio trae mucha agua y cae con fuerza salvando el desnivel.
Cascada a la entrada de Estacion de Canfranc


Tras volver  la carretera veo ya Estación de Jaca tras una curva. En diez minutos más estoy ya entrando en el pequeño pueblo. Pequeño pero muy bonito. Es una larga calle con casas de piedra de cuatro o cinco pisos máximos e inclinados tejados destinados a dejar caer la nieve invernal. Las casas de piedra son recias y compactas y se ve que están bien preparadas para el frío.
Estación de Canfranc
Mi hotel, llamado Villa de Canfranc, esta en la calle principal y es una de esas casas de piedra. Es antiguo pero la habitación está bien- Está en el cuarto piso y tiene dos ventanas que dan a la calle principal.
He llegado a las tres y hasta las cuatro y media estoy descansando, aseándome y lavando la ropa en la habitación.  No estoy excesivamente cansado, pues los ocho kilómetros de bajada desde Somport han atemperado la dureza de la subida.
Hotel Villa de Canfranc
Así que salgo a ver el pueblo. Compro algo de fiambre para mañana (hoy no he comido nada en toda la etapa) y me acerco a ver la famosa estación de Canfranc.
Es una estación fantasma que resulta chocante.  El edificion es precioso. Es de estilo modernista y tiene doscientos cuarenta y un metros de largo, trescientas ventanas y ciento cincuenta y seis puertas dobles,  y una cúpula central enorme. Es la segunda mayor estación de Europa.  Pero no se puede entrar. El edificio está sellado a cal y canto y todas sus innumerables ventanas cerradas. Solo puedes acceder a la zona de vías y verla desde enfrente. La verdad, impresiona. Es un edificio completamente fuera de lugar aquí, en medio de las montañas y sin ningún  otro edificio a sus lados. Su aspecto es más el de un edificio de oficinas guberamentales del siglo XIX que el de una estación de tren perdida en el Pirineo.
Estación de Canfranc
Tras ver la estación sigo por la calle principal y entro a ver la bonita iglesia del pueblo. Es obra de Miguel Fisac, y se trata de un armonioso edificio de piedra, no muy alto y de formas redondeadas que encaja perfectamente en el paisaje de la zona. El interior es muy sobrio; de piedra desnuda y una sola nave de forma caprichosa que reproduce la ondulada fachada.
Iglesia de Estación de Canfranc
Al llegar al final del pueblo, que no tiene nada más, me siento en una terraza a escribir un rato, hasta que al caer el sol comienza a hacer frío y me refugio en el hotel hasta las ocho, hora en que bajo a cenar a un restaurante cercano. Ceno Migas con Huevo y Chuletas de Cordero (de cordero adulto, de sabor fuerte pero muy ricas) y luego doy un paseo para bajar la cena. Cuando estoy volviendo me encuentro con Jack, que ha estado buscando la salida de la etapa de mañana sin éxito, ya que el mapa que lleva no lo indica bién y, curiosamente en todo el pueblo no hay una sola indicación ni señal del Camino.
Estación de Canfranc
Volvemos juntos hasta llegar a mi hotel y él sigue hasta su albergue, que esta a apenas cien metros.
En la habitación termino de escribir esta crónica antes de ver un rato la tele y dormirme pronto.
Mañana tengo etapa hasta Jaca. Son veinticuatro kilómetros de bajada por la montaña, que no espero sean difíciles ni complicados. Así que de momento relax.
Me ha encantado esta etapa de hoy. Este pirineo Oscense es mucho más agreste que el Navarro. Además tiene mucho más tramo de sendero y de bosque y se hace muy agradable.  
Así que de momento un diez para este Camino Aragones, que es para mi la novedad de esta peregrinación.
Estación de Canfranc


TRIVIAL DELCAMINO

La pregunta de ayer la acertó Paloma, con la ayuda inestimable de Paloma Hija. Además, como repite cada comentario dos y hasta tres veces, es imposible que se equivoque.
La doy por buena porque aunque la ruta en realidad se conoce más por Via Tolosana, también es citada por muchos autores como el Camino de Arles, ya que se origina allí.
La pregunta de hoy hace referencia a un lugar por el que he pasado en la jornada.
-         El Codex Calixtinus cita  como “tres buenos edificios del mundo” , el hospital más importante de cada una de las tres principales rutas de peregrinación de la edad media, diciendo lo siguiente: “El señor instituyó en este mundo tres columnas muy necesarias para el sostenimiento de sus pobres, a saber, el hospital de XXXXX, el de XXXXX y el de XXXXXXX, que está en el Somport. Estos tres hospitales están colocados en sitios necesarios; son lugares santos, casas de Dios, reparación de los santos peregrinos, descanso de los necesitados, consuelo de los enfermos, salvación de los muertos, auxilio de los vivos. Así, pues, quien quiera que haya edificado estos lugares sacrosantos poseerá sin duda alguna el reino de Dios”.

Pues bueno, simplemente sustituid las X del texto y decidme:
-         Cuales son esos tres hospitales, en que ruta de peregrinación se encuentra cada uno y con que nombre (distinto para las tres rutas) se denomina a los Caminantes que siguen esa ruta de peregrinación.

¡Bonita pregunta me ha quedado!.

Buenas noches y Buen Camino













6 comentarios:

  1. el hospital de Jerusalén, el de Mont-Joux y el de Santa Cristina, y el resto de la pregunta se lo dejó a los otros para no abusar que hoy Paloma sólo me ha ayudado con esto ,dice que su padre se pasa preguntando

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  2. el hospital de Jerusalén, el de Mont-Joux y el de Santa Cristina, y el resto de la pregunta se lo dejó a los otros para no abusar que hoy Paloma sólo me ha ayudado con esto ,dice que su padre se pasa preguntando

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  3. Leyendo (y no en la Wikipedia), se habla de hospitales en Roncesvalles (junto a la actual Colegiata), donde atendían mujeres bellas y honestas (puedes preguntar dentro de unos días,Antonio). También mencionan en Santo Domingo de la Calzada el edificio que es actualmente Parador (el primero de ellos). Luego en San Juan de Ortega donde estuvimos con la Panda. Y San Marcos de León. Y como no, el de los Reyes Católicos de Santiago. De lo que se deduce que hay que ir de paradores para recuperarse del esfuerzo.
    Me alegro de que Palomita esté ayudando a su madre en las respuestas, aunque es cierto que Paloma se repite un poco con la tecla. Debe haber buen premio este año, sospecho.

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  4. Bonita y dura etapa, me gusta mucho el nuevo formato de ir intercalando las fotos con el texto, se ve que tienes mejores medios.
    En cuanto a la parte de Reivial que ha dejado Paloma, los peregrinos a Jerusslen eran Palmeros, el hospital de Anjoux y el de Santa Crustina son del Camino de Santiago, el segundo del camino aragonés y el de Anjoux lo siento pero no lo he ubicado y claro está se llaman peregrinos

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  5. Preguntas nivel experto en este post, te has crecido un poco a ver si bajamos un poco el nivel que los que te leemos no nos hemos leído hasta el último libro sobre el camino! Y si no lo bajas anuncia el premio final y alomejor le pongo un pco mas de ganas! Por lo que veo sigues comiendo como un rey pero no te voy a negar que te lo ganas despues de tamaña caminata. Esperando la crónica nocturna y una pregunta mas accesible! Besos

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  6. Como no tenemos muy buena cobertura hoy nos hemos leido las dos etapas. Respecto a las preguntas nos va a ser muy dificil adelantarnos (ya lo era el año pasado a las 9 de la mañana). Antonio estamos casi a tiro de piedra, estamos casi viendo las mismas montañas. Con el ordenador todavia las cronicas son mas exhaustivas, siguen siendo igual de minuciosas y entretenidas. Lo que no has dicho es si llevas la famosa lavadora. Te deseamos lo mejor.

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